Si cometió un error en su papel, es posible que esté buscando una forma de revertirlo. Afortunadamente, puede utilizar productos que probablemente tenga en casa para borrar las manchas de tinta o café del papel blanco. La lejía y la acetona son excelentes soluciones para deshacerse de esos molestos errores cuando el líquido corrector no es suficiente.
Pasos
Método 1 de 3: usar lejía para quitar las manchas
Paso 1. Humedezca una mancha seca con un paño húmedo o una toalla de papel
Asegúrese de humedecer el papel solo donde haya una mancha. Frote ligeramente para que la mancha quede húmeda, pero evite transferir demasiada agua. Si el papel se empapa, puede debilitarse y romperse.
Si se trata de una mancha nueva que aún está húmeda, deberá secarla tanto como pueda hasta que esté húmeda secándola con un paño seco o una toalla de papel
Paso 2. Vierta unas gotas de blanqueador con cloro y agua en dos tazones separados
Los tazones separados asegurarán que puedas diluir la lejía antes de usarla. Si bien puede usar cualquier blanqueador, el blanqueador con cloro es lo suficientemente resistente para restaurar la blancura, ¡e incluso funciona para las manchas de café!
- Vierta solo unas gotas y use guantes para protegerse las manos. El blanqueador sin diluir puede quemar la piel.
- Evite inclinarse e inhalar la lejía, que podría ser peligrosa.
Paso 3. Sumerja un hisopo de algodón en el agua y blanqueador
Sumerja el hisopo primero en el tazón de agua y luego en el tazón de lejía. Después de humedecer el hisopo de algodón con lejía, golpéelo suavemente contra el costado del recipiente para que el hisopo no gotee.
- Usar demasiado blanqueador también puede hacer que el papel se vuelva amarillo.
- Para manchas de más de 1 pulgada (2,5 cm), use una toalla de papel en lugar de un hisopo de algodón.
Paso 4. Frote el hisopo de algodón sobre la mancha
Use movimientos ligeros para cubrir toda la mancha con la mezcla de agua y lejía. Sin embargo, evite empujar hacia abajo con demasiada fuerza, ya que podría romper el papel accidentalmente.
Paso 5. Doble un pedazo de toalla de papel seca y seque la mancha
La toalla de papel debe doblarse para absorber suficiente mezcla de blanqueador del papel. Presione suave pero firmemente hacia abajo para eliminar el exceso de blanqueador del papel.
Paso 6. Deje que el papel se seque al aire durante una hora
Tenga cuidado de no tocar ni mover demasiado el papel, ya que la humedad puede hacer que el papel se rompa fácilmente. Simplemente colóquelo sobre una mesa o en el piso en un área bien ventilada. Espere hasta que el papel esté completamente seco antes de usarlo.
Método 2 de 3: Eliminación de tinta del papel con acetona o peróxido
Paso 1. Coloque su papel sobre una toalla de papel limpia
Asegúrese de que la toalla de papel esté completamente debajo del papel. Si está trabajando en una mesa bonita, especialmente una de madera, coloque varias toallas de papel para proteger el acabado de la mesa.
También puede colocar una bolsa de plástico debajo de la toalla de papel para proteger aún más su superficie
Paso 2. Sumerja un hisopo de algodón en acetona o peróxido
Después de sumergir el hisopo de algodón, golpéelo suavemente para eliminar el exceso de agua. No se preocupe por la cantidad; solo debería necesitar un poco de acetona.
- Para manchas de más de 1 pulgada (2,5 cm), use una toalla de papel en lugar de un hisopo de algodón.
- Asegúrese de tener una buena ventilación y manténgase alejado de cualquier llama o chispa.
- Muchos quitaesmaltes están hechos con acetona, que puede ser una buena solución para el hogar.
- Si usa acetona al 100%, dilúyala con agua. Para hacer esto, mezcle 1 cucharada (15 ml) de acetona con 5 cucharadas (74 ml) de agua en un recipiente.
Paso 3. Frote la tinta que desea eliminar con el hisopo de algodón
Sea suave con sus toques y evite frotar el papel; puede romperse. Sigue dando toques hasta que la mancha de tinta haya desaparecido por completo.
Paso 4. Deje que el papel se seque durante una hora
Deja el papel donde está y muévelo solo una vez que esté completamente seco. Mover el papel o intentar escribir en él antes de que se seque puede hacer que se rompa.
Método 3 de 3: hacer un lavado con acetona para quitar la tinta
Paso 1. Prepare un lavado de acetona en una cacerola de vidrio
Llene su cacerola con acetona hasta 1⁄4 pulgada (0,64 cm) de profundidad. Debe haber suficiente acetona en el fondo de la bandeja para sumergir completamente la parte del papel con tinta.
Paso 2. Póngase un par de guantes de goma o prepare un juego de pinzas de metal
Tendrá que sujetar el papel debajo del lavado de acetona, pero hacerlo dañará sus dedos. Compre un par de guantes de goma o busque pinzas de metal que no dañen su papel.
Paso 3. Mantenga el papel manchado de tinta debajo de la acetona durante 3 minutos
Solo necesita sumergir la parte del papel que tiene la mancha de tinta, aunque puede sumergir todo el papel si está cubierto de tinta. Mantenlo ahí durante al menos 3 minutos. Luego, retire suavemente el papel y observe cómo desaparece la tinta.
Tenga cuidado al manipular el papel húmedo. Se puede romper fácilmente
Paso 4. Coloque el papel lavado sobre una cama de toallas de papel
Asegúrese de que las toallas de papel sean lo suficientemente gruesas para que la acetona no se filtre y arruine la superficie debajo de ellas. En caso de duda, también puede colocar una bolsa de plástico para recoger la acetona que se filtre.
Paso 5. Deje que el papel se seque completamente al aire
Dependiendo del tamaño de su papel, es posible que tarde varias horas en secarse. Déjelo en un lugar bien ventilado con poco o ningún viento y déjelo secar el tiempo que sea necesario.
No escriba en el papel mientras aún se esté secando. La tinta manchará
Advertencias
- Tenga cuidado al intentar convertir el papel de color en blanco. El blanqueador, la acetona y el peróxido lo convertirán en un color más claro en lugar de completamente blanco.
- Haga todo lo posible por no inhalar la lejía. La inhalación accidental de los vapores de la lejía puede dañar el almuerzo y los órganos.
- No aplique lejía en la ropa, las telas, los muebles blandos, etc.; la lejía volverá blanca cualquier área afectada.