Limpiar las bobinas de su refrigerador es una excelente manera de reducir su factura de energía y extender la vida útil de su refrigerador. Las bobinas del refrigerador, a veces llamadas bobinas de condensador, son bobinas negras que se encuentran en la parte posterior o inferior de su refrigerador. Si hay mucha suciedad o polvo en las bobinas, el refrigerador requiere más energía para enfriar la comida y eventualmente puede descomponerse. Para limpiar las bobinas, simplemente use un cepillo para extraer la suciedad y luego aspírela con una aspiradora. Este proceso es fácil de completar y solo toma unos 15 minutos.
Pasos
Parte 1 de 3: Acceso a las bobinas
Paso 1. Desenchufe su refrigerador de la pared
Apague el interruptor de encendido y luego desconecte el cable de alimentación. No se preocupe si la comida se calienta, ya que el proceso de limpieza es rápido y el interior del frigorífico mantendrá sus temperaturas frías mientras limpia las bobinas.
Apague siempre los aparatos eléctricos antes de limpiarlos, ya que esto ayuda a prevenir electrocuciones
Paso 2. Aleje su refrigerador de la pared para acceder a las bobinas en la parte posterior
Los refrigeradores más antiguos tienden a tener sus bobinas ubicadas en la parte posterior del refrigerador. Empuje suavemente el refrigerador hacia adelante al menos 1 metro (39 pulgadas) para que tenga suficiente espacio para limpiar las bobinas.
Si su refrigerador no tiene ruedas, pídale a un amigo que lo ayude a empujarlo hacia adelante
Paso 3. Quite la abrazadera del panel inferior del refrigerador si las bobinas no están en la parte posterior
Muchos refrigeradores modernos tienen las bobinas ocultas debajo del panel inferior en la parte frontal de su refrigerador. Destrabe este panel para quitarlo y luego colóquelo en un lugar seguro mientras limpia las bobinas.
Si tiene problemas para quitar el panel inferior, intente levantarlo un poco y luego tire de él hacia usted
Parte 2 de 3: Quitar el polvo y aspirar las bobinas
Paso 1. Quite la suciedad con un cepillo de cerdas suaves
Con el tiempo, la suciedad se absorbe en las bobinas del refrigerador. Use su cepillo para quitar la mayor cantidad de suciedad y polvo de las bobinas que pueda. Raspe por encima, por debajo y entre las bobinas para eliminar las grandes acumulaciones de suciedad.
- Si tiene problemas para ver las bobinas, use una linterna para ver más claramente.
- Compra un cepillo de cerdas suaves en un electrodoméstico o tienda de limpieza, o usa un cepillo de alambre o un plumero en su lugar.
Paso 2. Aspire el polvo restante con una aspiradora
Si es posible, coloque una boquilla estrecha en el extremo de la manguera de su aspiradora. Esto facilita la aspiración del polvo entre las bobinas. Mueva lentamente la boquilla sobre las bobinas para permitir que la aspiradora absorba toda la suciedad.
Aprovecha para pasar la aspiradora debajo de tu frigorífico mientras se saca de su posición habitual
Paso 3. Repita el proceso de raspado y succión hasta que desaparezca toda la suciedad
A veces, pasar la aspiradora puede revelar más suciedad en o alrededor de las bobinas. Use el cepillo de bobina para eliminar el resto del polvo y la suciedad y luego aspírelo con su aspiradora.
Parte 3 de 3: Reinicio del refrigerador
Paso 1. Vuelva a colocar el panel inferior en el frigorífico
Sostenga el panel inferior hacia arriba en su posición original y empújelo nuevamente en su lugar. Sabes que está en la posición correcta cuando hace un chasquido o un ruido de apriete.
Paso 2. Vuelva a conectar su refrigerador a la pared
Si es necesario, vuelva a colocar el frigorífico en su posición habitual. Una vez que su refrigerador vuelva a su posición original, vuelva a enchufarlo y enciéndalo.
Si las bobinas están en la parte posterior de su refrigerador, deje un espacio de 3 cm (1,2 pulgadas) entre las bobinas y la pared para que sigan funcionando de manera eficiente
Paso 3. Limpie las bobinas al menos dos veces al año
Esto ayuda a que su refrigerador se enfríe de manera efectiva. Si tiene mascotas, considere limpiar las bobinas con más frecuencia, ya que el pelaje de las mascotas puede engancharse rápidamente en las bobinas y hacer que funcionen de manera menos eficiente.